sábado, 25 de diciembre de 2021

Centro Cultural y Biblioteca Popular "El Laberinto".- San Rudecindo-Bosques-Florencio Varela- Provincia de Buenos Aires

 

Yo Walquiria Salinas, HOY Licenciada en Bibliotecologia y Ciencias de la Documentación y Directora de la Biblioteca del Docente me crié en San Rudecindo uno de los tantos "BARRIOS PICANTES" del  conurbano profundo. 

¿Qué podemos decir de San Rudecindo?

Bueno, es uno de los barrios del  primer cordón del conurbano bonaerense. Pertenece al partido de Florencio Varela que junto con Matanza son los municipios mas grandes de la provincia. 

¿Difícil? y si un poco. La inseguridad es complicada (como en todos lados), y queda bastante lejos de la Capital Federal lugar a donde la mayoría de nosotros vamos a buscar trabajo (por que la palabra federal en este país queda grande) 

Yo, habiendo pasado lo mas crudo de la pandemia encerrada en una caja de zapatos en el microcentro, este año 2021 decidí volver a vivir para estos lados. 

Me encontré con que poco antes de la pandemia, había empezado a salir del cascaron una pequeña Biblioteca Popular. La Biblioteca es también Centro cultural como ocurre con muchas bibliotecas en nuestro país que surgen de la mano de la gente. 

El laberinto, en San Rudencindo es  un aluvión de buenas intenciones y de ganas de hacer cosas lindas, que surgen de esa gente, los vecinos del barrio. 

Donde ahora esta la biblio, antes había una salita de primeros auxilios que de vez en cuando atendía un pediatra y daban vacunas, casi es absurdo aclarar que allí nos atendimos mi hermana y yo trillones de veces. Tenemos incontables recuerdos. 

En ese mismo lugar, donde nos cuidaban y nos curaban hoy cuidan y curan a los chicos y chicas del barrio, por que en la biblioteca popular hay una huerta, talleres, apoyo escolar LIBROS muchos LIBROS y sobre todo una mujer, Mirian que esta estudiando para bibliotecaria y ya se le nota la buena madera desde lejos. 

¡Como me di cuenta? Sus ojos se iluminaban cuando nos contaba que había recibido hace poco chicos que habían ido a investigar a la biblioteca y ella estaba mas que feliz con esa situación. 

A la biblioteca fui con mama, ella estaba super contenta de ver gente comprometida y con ganas de hacer cosas lindas para el barrio. Yo sin perder oportunidad le dije, esa es al esencia de la biblioteca.

La pandemia hizo que muchas cosas se durmieran y ahora poco a poco vamos sacando la cabeza al sol nuevamente. Esta biblioteca tiene mucho futuro por que tiene buena gente. 

Para mi fue muy emocionante que ese lugar donde alguna vez chiquita entre enfermita o sintiéndome mal hoy en día se convirtiera en una biblioteca. 

La biblioteca es parte de la eternidad que debemos cuidar como soldados del conocimiento. La biblioteca es vida, es amor, es compañía, es lo mejor que nos pudo haber pasado. 












Periódico Varelence 

https://varelainforma.com.ar/nota/1190/san-rudecindo-tiene-su-centro-cultural-el-laberinto





domingo, 5 de diciembre de 2021

Mujeres en el año 1920-1930


Mujeres en el año 1920-1930



 

miércoles, 13 de octubre de 2021

Temas Bibliotecarios. Especialización de las bibliotecas tradición bibliotecaria

Temas Bibliotecarios 
Especialización de las Bibliotecas 
Tradición bibliotecaria




jueves, 7 de octubre de 2021

BIBLOTECAS PERSONALES- (e-book). Presupuesto- El caso de Antonio Cafiero

 Lo mas difícil del trabajo en la organización de una biblioteca personal es saber cuanto y como cobrar. 
Aquí tienes toda la información  necesaria y si te falta algo anímate y escríbeme  

walquisalinas@gmail.com 

Bibliotecas personales 
El caso de Antonio Cafiero 


Hace mucho tiempo organice la biblioteca personal de Antonio Cafiero

Esta Biblioteca permaneció en el Instituto Altos Estudios Juan Perón hasta que luego de la muerte del político fue donada a la Universidad de Lanús. 

Producto de este trabajo escribí una publicación explicando de que manera se arma el presupuesto en este tipo de proyectos.

Este escrito lo guarde en un cajón durante años, di mil vueltas antes de decidir que hacer y hoy  luego después de mucho tiempo. Lo saco a la luz

No quiero regalarlo y por eso elijo venderlo a un precio muy amigable. 

Escribime y te cuento como accedes al documento 

walquisalinas@gmail.com


https://viajesybibliotecas.blogspot.com/2021/05/tomamos-un-cafecito-invitas-vos-gracias.html











miércoles, 15 de septiembre de 2021

En el mismo momento que dejo de ser salón de actos para convertirse en aula, el mundo cambio.

 

Cuando toda esta locura de la pandemia comenzó una docente me dijo; 


-Por dios que no empiecen a usar las escuelas de centros de aislamiento por que voy a sentir que estoy en el medio de una guerra-



...y yo pensé, pero claro, que terrible! 


Pensar en que las escuelas se conviertan en centros de recepción de enfermos, seria una locura. Por suerte, eso no sucedió. 
Pero si sucedieron otras cosas, por ejemplo que el salón de actos de la Biblioteca del Docente se trasformo en aula.

Ese salón de actos de estilo académico francés que tiene capacidad para doscientas personas. 
Ese salón de actos en el que hacíamos presentaciones de libros, obras de teatros, charlas para bibliotecarios, docentes y educadores.


Ese salón de actos que era un mundo de ilusiones por que allí no existía otra cosa que el disfrute. 
Ese salón de actos que solo traía satisfacciones. 
Ese increíble lugar, ahora se había transformado en aula. Estoy muy feliz de que las escuelas puedan encontrar una solución y tengan un espacio ventilado para dar las clases, pero me pone muy triste el que esto no es lo que yo conocí como normalidad. 


Quisiera mi salón de actos igual que quiero mi humanidad tal y como la conocí. Aunque temo que esto no va  a poder ser posible. 


Estamos pariendo un nuevo mundo y este bebe que esta naciendo, nos esta dejando cambios muy profundos. Cambios que deberemos aceptar al igual que un salón de actos se convierta en aula. 




jueves, 9 de septiembre de 2021

La sonrisa de Carlos Gardel

Hace muchos años cuando era una pequeña niña de no mas de 6 o 7 años recuerdo que todavía quedaba algún colectivo de aquel momento, que en la puerta de atrás, justo al lado del timbre había una pequeña foto de Calos Gardel. 

Para ese entonces, década de los 80 los bondis bonaerenses tenían un formato muy distinto al que tienen hoy en día. 
Tenían escalones mas altos y eran mas bajo por dentro. La obligación era bajar por atrás aunque pocos lo respetaban y por encima de la puerta trasera estaba en timbre. Elemento que no era de fácil acceso, prácticamente había que balancearse sobre los escalones de la puerta de atrás para poder llegar a tocarlo y una vez que llegabas al él era necesario sostenerse apretándolo por un buen tiempo ya que el motor de los colectivos de aquel momento era tan ruidosos que había que hacer malabares para que el colectivero te escuche. 





Volviendo a la fotito de Gardel al lado del timbre, de niña para mi, era bastante llamativa. Cada vez que salíamos con mi mama esperaba con ansias el momento de llegar a verla. ¿Quién era ese hombre? ¿Por qué estaba ahí? ¿Qué tenia su sonrisa que encantaba la mirada?  
Con su sombrerito de costado y la cabeza de lado, portaba una sonrisa encantadora, la cual dejaba ver dientes tan blancos y parejitos que a mi me llamaban poderosamente la atención. 

No lo recuerdo, pero seguramente alguna vez le debo haber preguntado a mi madre sobre aquella foto y ella habrá aclarado mi duda sobre quien era la razón de mi asombro. Yo sentía que detrás de esa sonrisa había mucho mas que un hombre alegre.




Esa sonrisa reflejaba, la satisfacción y el disfrute por la vida de alguien que la vive sin reclamos. 
Así nomas, como viene. 

Por que la vida es eso, una serie de sucesos que a veces podemos controlar y otras no y yo sentía que Carlitos sonreía mostrándole a la vida que el era libre de prejuicios, juicios y traumas. 

Esa sonrisa inspiraba y alegraba a quien decidiera recibirla, hacerla suya. 

Era como la sonrisa que tiene una madre que esta orgullosa de su hijo o la sonrisa que tienen los niños en esas tardes de verano con la libertad de jugar libremente. 

Esa sonrisa daba cosquilleos en la panza a cualquiera que supiera ser sensible a las cosas simples de la vida. 

En mi historia siempre me produjo curiosidad no solo la vida de Carlitos, si no también la historia del tango y la de la mayoría de los procesos históricos de principios del siglo XX en Buenos Aires y en el mundo. Desde siempre sin razón aparente estuve enamorada de esa época de la historia. 

Supongo que la sonrisa de Carlitos hace eso, inspira, alegra, da curiosidad pero también da alivio a momentos tristes, consuela por que la sonrisa de Carlitos no es solo propiedad de Gardel, es de todos los que sabemos disfrutarlo.  





 



 

martes, 24 de agosto de 2021

DOCUMENTO INICIAL- Taller "La representación de los juegos y los juguetes en los libros antiguos"






Mas info: https://forodebaires.com.ar/finalizo-el-taller-virtual-la-representacion-del-juego-y-los-juguetes-en-libros-antiguos/

lunes, 26 de julio de 2021

CATALOGO 2021-Taller "La representación de los de juegos y juguetes en los libros antiguos"





Mas info: 
https://forodebaires.com.ar/finalizo-el-taller-virtual-la-representacion-del-juego-y-los-juguetes-en-libros-antiguos/

Enlaces relacionados 

https://viajesybibliotecas.blogspot.com/2022/04/juegos-y-juguetes.html

https://viajesybibliotecas.blogspot.com/2021/08/taller-la-representacion-de-los-juegos.html



viernes, 23 de julio de 2021

Historietas de Mari Juana y Sifo para descargar COMPLETAS

 

Mary Juana y Sifo 

 DESCARGAR COMPLETA



Mary Juana y Sifo 

DESCARGAR COMPLETA 



domingo, 18 de julio de 2021

Cuentos de Andersen. Amor de madre

 Hace muchos años una gran amiga, de esas que son mas fuertes que un roble, me reglo un libro que se convirtió en parte de mi pequeña colección de libros de literatura infantil antigua. 

Era un libro con cuentos de Andersen, relatos que no son muy conocidos. El libro es de 1938 y para la época todo un hallazgo los temas que tratan los cuentos. Igualmente, todos sabemos que Andersen es medio una lagrima en sus obras. 

Mi amiga con el tiempo se convirtió en ángel y recordar este libro no me pone triste, al contrario me roba una sonrisa recordándola por medio de las letras que hoy me acompañan. 

El historia se llama "Amor de madre", y hace hincapié en el dolor de esa mujer que va la cementerio y llora a su hijo en la tumba. El libro es fuerte, pero y la vida no lo es? 

El libro tiene otros cuentos, pero este es el que me interesa compartir hoy con ustedes.

Cuento digitalizado: 

https://drive.google.com/file/d/1qDuKy4hDBJLOBoS7uSQXOBTw8HWrtG8L/view?usp=sharing




 

viernes, 21 de mayo de 2021

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miércoles, 12 de mayo de 2021

Un paraíso de cuentos fantásticos


Este árbol era muy distinto de como se puede ver en las imágenes. 

Nació y creció básicamente gracias al capricho de mi madre. 

Un día, ella fue lo planto y lo dejo ser. 

En un lugar en el que las hormigas están buscando comida desesperadamente no fue lo mejor "dejar ser" a una planta que recién empieza su camino.

 En fin, el asunto no termino bien. 

Había llegado a ser una pequeña ramita a la que le habían salido dos hojitas y que de golpe de un día para el otro las hormigas lo devoraron.

Mi madre decidió desafiar al mundo y en especial a mi padre (lo cual no era tarea fácil) y declarar a modo de máxima que bajo ese árbol ella cebaría mate y todos tomaríamos sombra. 

Y así fue. 

Como si fuera una historia de vida.
El árbol creció a su cuidado, se hizo fuerte, vivió un buen tiempo, se hizo muy alto y hace poco paso a mejor vida.

Bajo ese árbol jugábamos con mi hermana y mi padre nos contaba historias de las mas fantásticas que he podido imaginar.

Ese árbol guarda los recuerdos mas inocentes de un alma infantil donde las aventuras y las hazañas estaban siempre presentes.

Yo allí tuve la oportunidad de imaginar, duendes y brujas de los cuentos mas locos. Mis historias fantásticas, eran allí, solo mías. 

Los nudos del árbol eran para mi, puertitas a otros mundos en donde podía escapar de la realidad con mis cortitos 6 años. (También acepto que en esa época estaba de moda la película "Laberinto" de David Bowei) y era una gran inspiración para todos los niños.

Paso el tiempo y pasaron cosas, papa murió, el terreno se vendió, el progreso llego y el árbol paso a un segundo lugar.  

Aunque el aroma a cuentos sigue presente.




Como siempre les dejo un tango 

Decime bandoneón 

¿Que tango hay que cantar para poder seguir creyendo en el amor una vez mas?


Primera foto año 1995 aprox.
 


Segunda foto año 1997 aprox.



Tercera foto año 2000




Cuarta foto año 2016 aprox


Quinta Foto año 2021


 

domingo, 2 de mayo de 2021

PINOCHO, GIANNETINO Y MACHIETTE. Los personajes mas representativos de Carlos Collodi



Hace ya algunos años colecciono libros de literatura infantil y juvenil antiguos.

Me interesa solo los anteriores a 1950 y editados en Argentina.

¿Por qué? 

Porque son los mas difíciles de conseguir, en esa época no estaba muy extendida la idea que un niño pudiera disfrutar de la literatura. Las letras estaban diseñadas solamente para la educación. Las pocas editoriales que existían en Buenos Aires se dedicaban mas que nada a textos escolares. La escasa literatura recreativa que circulaba estaba igualmente cargada de ética, moral y buenas costumbres, para de esa manera "enseñar" al lector infantil.

Tengo que admitir que una cosa lleva a la otra y a veces aparecen libros increíblemente bellos que no cumplen con la condición de la fecha o no están editados en la Argentina y de igual manera los incorporo dentro de mi colección. 

Lo que me sucede también es que a veces llega a mi, un libro que cumple las condiciones de mi colección, empiezo a investigar sobre su autor y me termino enamorando de las otras obras que no son tan conocidas. 

Esto me paso con el autor de Winni Pooh, Alan Alexander Milne (escritor y militar Inglés) tengo el clásico infantil editado en Argentina anterior al año 50 pero todos los otros libros que conseguí del mismo autor, no son para nada conocidos y están editados en Londres y en Inglés. 

Otro clásico del que les quiero hablar hoy es Pinocho tengo un ejemplar bastante vapuleado de la década del 40 que al empezar a investigar sobre la vida y obra de Carlos Collodi me encontré con varios datos interesantes,

  • Collodi, pertenecía a una logia llamada Demoley abalada por la masonería,  por lo que Pinocho trae infinidades de simbologías relacionadas con este tema. 
  • Collodi era educador por lo que tiene varios manuales escolares escritos para las escuelas italianas.
  • Los libros de literatura de Collodi no se consiguen ni por asomo en Latinoamérica, vi algunos en casa de antigüedades en México pero en Sudamérica, olvídenlo. Estos libros son rarezas por lo que solo se aparecen en Europa e imagino que no deben ser económicos.
  • El verdadero pinocho no es tan dulce como lo pinta Disney la verdadera historia del juguete de madera es cruda y un poco tortuosa. 
  • Pinocho esta escrita en plena época Victoriana por lo que la pobreza y el sufrimiento esta presente de manera muy marcada. 

Estos dos libros que les presento abajo en imágenes, lamentablemente no los tengo en mi poder (aunque me encantaría) 









Fuentes consultadas 

https://www.facebook.com/220616074681123/posts/2057429077666471/

https://masoneslibresporlasangredejesus.blogspot.com/2011/01/pinocho-y-la-masoneria.html

https://www.historiahoy.com.ar/fantasmas-asesinato-y-marginalidad-la-verdadera-historia-pinocho-el-libro-infantil-que-la-iglesia-quiso-censurar-n3064

https://masoneshastaenlaluna.wordpress.com/2014/04/08/disney-no-fue-mason-sino-de-la-rama-juvenil-orden-demolay-en-la-que-inicio-a-mickey-mouse/

 

miércoles, 28 de abril de 2021

Aguafuertes pandémicas. Amor en el parque Rivadavia


Allá por septiembre del 2020, cuando la cuarentena obligada empezó a descontracturarse, se permitió frecuentar plazas y parques, yo tengo cerca la Plaza de Mayo, la de Tribunales y la plaza del Congreso, aunque tengo mis dudas que estos espacios verdes califiquen como plazas.


Todavía no entiendo bien el amor de los niños por la calesita. Los pequeños enloquecen por subirse y el desafío de la sortija le pone un condimento que es difícil de explicar pero que indiscutiblemente a todos nos encanta.

Cuando yo era niña también enloquecía. Depende las vueltas que mi mama estuviera dispuesta a pagar, yo estratégicamente huía de mi hermana (me sentaba lo mas lejos que podía) y me disponía a viajar primero en un avión, luego en barco y después a caballo.

Era genial poder imaginar que galopaba por grandes praderas verdes llenas de arboles o que de golpe me convertía en un piloto que cruzaba los andes piloteando mi propio avión o que finalmente me podía subir a la espalda de un Mickey Mouse de fibra de vidrio y que desde allí podía viajar a la luna.

Durante las veces que salí a caminar en esta etapa de la cuarentena, muchas veces llegue hasta el parque Las Heras, allí hay una calesita. Aunque con la cuarentena, tenias cupo limitado y le habían quitado la sortija.

La cuarentena nos cambio la manera de vivir en muchas formas, también cambio las calesitas. Primero por que estaban cerradas , luego con los chicos jugando alejados unos de otros, finalmente sacando la sortija.


El parto de este nuevo mundo en el que nos toca vivir se esta haciendo un poco largo y cansado.

Aunque estoy segura que nuestro planeta no se va a rendir y va a seguir dando vueltas sobre su propio eje, para que las risas sigan surgiendo igual que en las calesitas.



sábado, 17 de abril de 2021

Aguafuertes pandémicas. La tristeza del sábado Ingles






La cuarentena aquí en Argentina fue al principio extrema y bastante estricta. Por lo menos en la Ciudad de Buenos Aires y los accesos a provincia.

Ya decía Robertito en sus Aguafuertes que el sábado era un día sin color y sin sabor un día que "no corta ni pincha" en la rutina de las gentes. Un día hibrido, sin carácter, sin gestos. [...]

 Imagínense un sábado ingles en medio de una pandemia.

Este sábado del que les hablo da escalofríos. Se puede decir que la ciudad aterra. Impresiona mucho la ausencia casi total de seres humanos deambulando por la calle. 

Salí a comprar y cada vez que lo hago hay un policía en la esquina de mi casa que me mira con cara de malo, y hace que yo misma dude si es que estoy yendo a comprar o cometiendo algún tipo de delito. 

Del incierto encierro pasamos a el encierro con tapabocas.

Observar los ojos de "los otros" por encima de los barbijos, estruja el alma. Cuando uno camina por la calle mirando hacia le piso, con paso apretado para volver a casa a tiempo record se encuentra con la mirada de la gente que esta en la misma que uno.

Y pienso, Qué será de los puestos de trabajo con esta cantidad de cortinas cerradas?, Qué será de la gente que no se les permitido venir a ganarse el mango?

Yo tengo suerte, tengo trabajo y lo puedo hacer online y los que no tuvieron la posibilidad de hacer ese cambio? 

Los sentimientos son confusos y muy encontrados. 



Les dejo un tanguito 


*Este relato lo escribí un sábado ingles en mayo del 2020 hoy estamos en abril de 2021 y no hay mucha diferencia



viernes, 26 de febrero de 2021

Aguafuertes pandémicas. Molinos de viento en Flores


 


Un barrio que yo frecuentaba mucho cuando vivía en Lugano y Mataderos.

El barrio de Flores era lo que tenía más cerca para salir a tomar algo, ir al cine o algún pelotero con la nena.

En la esquina de Lafuente y Rivadavia había un local de comidas rápidas al cual íbamos con la bisabuela de mi niña y nos quedamos largas horas charlando. 


Yo tenía el pediatra relativamente cerca y ella siempre se hacía un ratito para vernos. 

Recuerdo una vez que yo tenía que irme rápido y no podía quedarme a tomar nada, nuestra bisabuela vino especialmente a la consulta del médico, para ver a la nena solo ese ratito, solo esos minutos donde el pediatra la soltaba después de pesarla y medirla.


Parece que lo veo al doctor, super sensibilizado producto que la abuelita encima que no andaba bien de sus piernas, había venido a pasar un ratito con nosotras. 

Y ese ratito era mínimo, solamente el tiempo de la consulta. Pero con demora y todo tuve que ceder, tenía que hacer mínimamente el mismo esfuerzo que ella había hecho por ver a mi hija, decidimos irnos a un bolichón allí cerquita nomas . 


Hoy después de muchos años, mi niña ya no frecuenta pediatras y la bisabuela hace rato que se convirtió en ángel, pero la esquina del barrio porteño la sigue suspirando. 


La estación de Flores le hace honor a su nombre, es un lugar lleno de colores y formas que alegran la vida. Cuando recuerdo la estación recuerdo a Martita, una gran amiga que me enseñó mucho.


La acompañaba al médico,  tomábamos café y charlamos en los barcitos cerca del romántico sonido del tren. Hoy también ella también es un ángel

 

Tengo lindos recuerdos en el barrio de Flores, aunque a veces este tipo de suspiros se me convierten a pura melancolía de molinos de viento. 


Esos molinos de viento que todos tenemos pero pocos declaramos, por que los golpes de sus aspas duelen, pero aunque sea duro y a veces los suspiros se conviertan en melancolía hay que seguir para adelante por que "Ladran Sancho, señal que cabalgamos"





domingo, 7 de febrero de 2021

Demostrado quedó, con mi planta. Gracias Marcela Suárez donde quiera que estés...






No herede ninguna habilidad de mi padre sobre el mundo de las plantas, aunque siempre  fui bastante consiente del cuidado del medioambiente, la ecología y demás menesteres pero las plantas nunca fueron mi fuerte. Las pocas macetas que he llevado a casa siempre están destinadas al peor final. 

Pero hace alrededor de dos años una colega, Marcela Suárez me regalo una planta que según ella era súper noble, aunque no la regara durante días, y el sol faltara durante meses, me aseguró que esa planta sobreviviría.
Me lleve la maceta al departamento, la puse en el balcón y automáticamente hice lo que siempre hago con las plantas, olvidarme que existen.

No la regaba jamás, solo le tiraba agua con jabón después de lavar alguna ropa. En esa parte del balcón nunca le daba el sol, y sumado a todas esas desgracias el gato de vez en cuando se deleitaba masticando a modo de chicle algunas de sus hojas. 
Después de un tiempo me resultó muy extraño que la planta no se secara, parecía que enfrentaba valientemente cualquier adversidad resistiendo a la vida. 

Paralelamente, cada tanto también me comunicaba con Marcela y ella, estaba igual que la planta, resistiendo y aferrándose a la vida. 

Los últimos días de diciembre me enteré que Marcela ya no estaba y no pude dejar de pensar en mi planta, 
esa plantita que sin sol continuó brillando,
esa plantita que sin agua siguió creciendo, 
esa plantita que se aferró a la vida hasta último momento, 
y la lucho hasta que sus fuerzas dijeron basta.

Esa plantita hoy saco un hijito que pude trasplantar, y de golpe tuve a Marcela cerca, susurrándome al oído, 
diciéndome que tenga cuidado, que tenga cautela,  
por que no es justo para ningún educador que da su vida a la escuela morir a los seis meses de jubilarse.

La vida se abre paso y resiste, demostrado quedó con mi planta. Pero no seamos nosotros mismos los que atentemos contra nuestro bienestar y le demos la gracia al sistema de que al jubilarnos corramos el riesgo de no disfrutar la vida que nos merecemos.

La educación es nuestra pasión eso no se discute, pero siempre en su justa medida. 
No sea que por dar todo también se nos escape la vida. 
Le tenía y le tengo un gran respeto a esta mujer, por que inclusive estando ausente, sigue enseñando.

Demostrado quedó, con mi planta. 










viernes, 5 de febrero de 2021

Aguafuertes pandémicas. Taller de compostura de muñecas




Ya escribía Roberto Artl en una de sus aguafuertes porteñas, sobre el oficio de compostura de muñecas, haciendo hincapié en lo extraño que le parecía este particular oficio. 


Caminando por Callao buscando un relojero para arreglar un reloj antiguo que me regalaron hace tiempo (y recién hoy en medio de una pandemia me decido a reparar), pensaba lo mismo que Robertito sobre este particular oficio. 


Estamos en el 2020 y aunque mandamos cohetes a la luna todavía no controlamos el tiempo, justamente nuestro recurso más escaso. 

Comienzos del siglo 21 y todo el mundo vive, disfruta, se enamora y respira por medio del celular.


¿Por qué controlar el tiempo sería distinto? 


Llegué a una relojeria donde me informaron que el reloj era a cuerda y que aparentemente hay relojeros que se especializan en este tipo de aparatos. 


Me enviaron a otro pequeño local en el segundo piso de una galería por la calle libertad al 300, cuando llegue el lugar era una oficina muy pequeña y casi en la puerta se encontraba trabajando el relojero. 

El hombre tenía una pequeña lupa apretada al ojo. 

Cuando sonó fuerte mi “buen dia” el relojero puso rápidamente su mano con la palma abierta frente a su rostro y relajo los músculos de la cara dejando así caer la pequeña lupa. 


Hable tranquilamente sobre la dolencia de mi recuerdo y como un médico especialista lo reviso cuidadosamente. Me dijo que era posible arreglarlo y que valía la pena ya que el mecanismo interno estaba bien, solo sucio y oxidado por algunos sectores.


Me fui contenta, porque había logrado por una módica suma dejar a reparar mi reloj , pero me quede pensando, ¿Estas profesiones están en extinción? O es sensacion mia que el mundo ya no le da importancia al tiempo. 


Cuanto más pasan los años y se siente el carretel más cortito uno se da cuenta que el tiempo es solo una cuestión de sensaciones, hay que saber vivir, despues amar, despues partir y al fin andar sin pensamientos 



Nota: La foto que preside este post la saque de otro blog que cuenta una historia muy interesante sobre este reloj que pertenece a la Biblioteca del Congreso de Argentina 
Vayan a verla https://principedelmanicomio.wordpress.com/2018/09/03/el-problema-de-las-cuatro-i/

lunes, 18 de enero de 2021

Un señalador

 Disfrutar de buenas lecturas resulta tan importante como elegir consciente y responsablemente que señalador usa uno para marcar el descanso y la reflexión.

Ese señalador tiene la responsabilidad de ser el puente que conectará nuevamente nuestra alma con esos suspiros en forma de letras.

No desestimen nunca a nadie que les regale un señalador. Son puentes entre mundos.
El señalador y quien se los regalo.



viernes, 15 de enero de 2021

Mi vinculo con los libros. Juan Salvador Gaviota




Mi vinculo con los libros es tan estrecho que me asombra. Supongo que ya no debería impresionarme pero conforme pasa el tiempo, se acentúa cada vez mas. 

No todos los libros son lindos, buenos, divertidos o recomendables pero al fin y al cabo son libros. 

Hace una semana llego uno, su nombre Juan Salvador Gaviota. 

El pobre era un alma en pena. su tono de voz era preocupante, estaba hacia tiempo buscando su alma gemela, me dijo que lo esperaba hacia mucho tiempo y que necesita reunirse con ella. 

Juan  Salvador o Juancito como lo empecé a llamar, estaba desde la década del 70 dando vueltas por bibliotecas y librerías de rejunte. Lo vendían como usado, lo volvían a comprar. Lo leía algún alumno aplicado para su clase de literatura, lo volvían a vender y así. 

Juancito era el incomprendido del grupo y por eso decidió volar hacia mi, me conto, que lo que mas deseaba era la libertad. 

Pero, una gaviota ¿Ya no es libre ? 

Una gaviota puede volar, hacer piruetas en el cielo, jugar con sus alas y el viento. 

 Y aun así ¿No es libre? 

Juancito me explico que la libertad es otra cosa, que podemos estar sueltos pero no ser libres, podemos estar acompañados y sentirnos solos, podemos estar enamorados y no ser correspondidos. 

Juancito me dijo también que quería llegar a las manos de su alma gemela para sentirse libre y que necesitaba ayuda para eso. 

Yo creo que hoy lo ayude, simplemente con el hecho de estar allí acompañando. Por que yo no hice nada, pero sentí que hice mucho. Reuní a un libro y a su dueña, dos almas gemelas que en busca de paz hablan entre sueños de lo bonito que seria encontrarse uno con el otro.  

Ese libro esperaba a esa dueña hace mas de 50 años entre libros empolvados y ventas de usados.        Ese libro y esa dueña, almas gemelas, estuvieron siempre destinados a estar juntos, como dos luces que unidas por un brillo invisible vuelan en los cielos celestes de gaviota.


 

https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Salvador_Gaviota

Les dejo una linda conferencia sobre el simbolismo de Juan Salvador 




 




martes, 12 de enero de 2021

Aguafuertes pandemicas. Engañando al aburrimiento




Los primeros tiempos de la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional, aquí en Buenos Aires fue sumamente rígida, y por lo tanto muy aburrida para los que tuvimos el privilegio de quedarnos en casa, recuerdo el primer día aprovechar y dormir gran parte de las horas. 


Pero cuando me encontré en pijama por más de cuarenta y ocho horas empecé a enloquecer. Salía solo a realizar compras de primera necesidad y viviendo en la parte mas centrica de la ciudad, la soledad era impresionante. 


Parecía que había caído una bomba atómica y habían desaparecido gran parte de los humanos. Las calles más movidas de la ciudad como Avenida Corrientes y Avenida de mayo que suelen tener teatros, cines, bares, restaurantes gente caminando de acá para allá y un movimiento incansable que en otros momentos agota, parecían muertas, solo estaban abiertos los supermercados y los negocios de primerísima necesidad. 


Días antes se habían cerrado las fronteras por lo que ya casi no había turistas en la ciudad, pero y, ¿La gente que vive al día? ¿Que gana su salario con las ventas y servicios diarios? 

En el centro de la Ciudad hay cantidad de gente en situación de calle durmiendo en las calles, esa gente ¿Dónde estaba? 


El paisaje era desolador, en las metrópolis no se espera nunca ver que de golpe el movimiento queda congelado y que de un momento para el otro todo desaparece. 


No estaba permitido ni siquiera salir a caminar, se venía de vez en cuando un policía dando alguna vuelta y alguna persona que asustada pasaba rápidamente sin cruzarse a nadie. 

La primera semana después del susto empecé a sentir el aburrimiento y comencé a volcarme a los libros que uno siempre tiene “para leer después” 

Saqué una silla al pequeño balcón que tengo en este departamento y me empaché de lecturas mientras los días se convertían en semanas y las semanas en meses. 


En el medio pasó mi compleanos numero treinta y ocho,

en el medio estableci un nuevo vínculo con mi gato,

en el medio charle telefónicamente con personas que hace rato no lo hacía,

en el medio arme un grupo de wapsap con los vecinos del edificio, 

en el medio pensé que nadie llegaba vivo a fin de año, 

en el medio pasaron muchas cosas, mientras no pasaba nada. 


Una de las cosas que más me hizo ruido fue que mi aburrimiento estaba siendo el apocalipsis de otros, mientras yo me aburría otros se estaban quedando sin trabajo, mientras yo me aburría, otros estaban empezando a pasar hambre, mientras yo necesitaba engañar el aburrimiento, otros no sabían cómo engañar la panza. 


Durante ese primer periodo de la pandemia en Buenos Aires, era difícil engañarnos a nosotros mismos.


viernes, 8 de enero de 2021

Aguafuertes pandémicas. Yo no tengo la culpa

 Yo no tengo la culpa 



Se podía decir que Robertito  tenía algún balurdo con su apellido, pues bien yo lo tengo con mi nombre y en cuarentena aún más. 

Se preguntaran por que, y la simple respuesta es por que uno tiene mas tiempo de pensar estupideces.


Además empecé a comprar casi todo por internet y de golpe me di cuenta que la gente no puede o no quiere pronunciar correctamente mi nombre. 

Las compras por internet que todos empezamos a hacer de una manera más compulsiva pusieron en evidencia este asunto.

Me gustaria saber si la gente que se dedica a las ventas ya estará midiendo en estadísticas esta cuestión de las compras on line. Yo por lo pronto empece a poner en orden mi colección de literatura infantil anterior a 1950 y empecé a comprar libros que si no fuera por la cuarentena tal vez no lo hubiera hecho.


Es toda una ilusión esperar la compra en cuestión, analizarla pensarla y cuando la realizó esperar el envío o la moto. Cuando llega abrir el paquete disfrutar el libro, las ilustraciones si es que las tiene, oler las páginas a pegamento viejo, y ser feliz por un momento. 


Lo último que me llegó fue un Dumbo del año 1941 editado acá en buenos aires, con unas ilustraciones de maravilla, estaba un poquito deteriorado pero cositas propias de un libro de mas de mas de 70 años.


Sigo comprando, pero esta vez sin culpa. 


jueves, 7 de enero de 2021

Aguafuertes pandémicas. Los chicos que nacieron viejos


 Los chicos que nacieron viejos 


El sábado 16 de mayo después de casi dos meses de cuarentena, se habilitaron sólo en la Ciudad de Buenos Aires las salidas recreativas para los menores de edad según número de DNI de los padres, para no agolparse a modo de horda desenfrenada en las plazas y parques, cosa que fue justamente lo que sucedió.


La consigna era salir a dar una vuelta a no mas de 500 metros de las viviendas pero lo que realmente se vio fue una manada de niños y niñas que coparon las calles con monopatines, bicicletas triciclos y demás vehículos de tracción a sangre. Que les pasara en el “mate” a esos purretes dice Roberto en su aguafuerte, yo hoy mas de cien años después me pregunto lo mismo. 


Como procesa un niño pequeño que hay afuera un enemigo invisible que nos asecha al punto de amenazarnos  con la muerte y con una enfermedad que ni los mismos adultos podemos explicar. 

Voy caminando por el micro centro y paso por la plaza de la república (nada mas lejano a una plaza de verdad) este espacio construido en el centro de la ciudad exhibe los escudos de las provincias y el obelisco, regalito de algún franchute excéntrico allá por principios de siglo. 


Pero de golpe hoy se convirtió en un lugar de juegos y esparcimiento para muchos chiquilines que necesitan respirar algo mas que la ansiedad de sus padres, 

que necesitan vivir un poco mas allá de sus neo-nervios infantiles,

que necesitan ver que nos son los únicos tienen prisión domiciliaria.


En la plaza de tribunales esta casi todo cerrado.

Lo caniles tienen llave y algunos lugares de juego esta clausurados con cintas rojas del personal de transito. 


Todos caminamos al rededor de la plaza una, dos, tres vueltas, “dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis” 

perdí la cuenta, cuantas vueltas nos falta para tomarnos de las manos en ronda y cantar

ha pero es cierto, no podemos tocarnos.


La ciudad así oscurece, con niños todavía dando vueltas por las calles como si se resintieran a dejar que el día se termine.