Este árbol era muy distinto de como se puede ver en las imágenes.
Nació y creció básicamente gracias al capricho de mi madre.
Un día, ella fue lo planto y lo dejo ser.
En un lugar en el que las hormigas están buscando comida desesperadamente no fue lo mejor "dejar ser" a una planta que recién empieza su camino.
En fin, el asunto no termino bien.
Había llegado a ser una pequeña ramita a la que le habían salido dos hojitas y que de golpe de un día para el otro las hormigas lo devoraron.
Mi madre decidió desafiar al mundo y en especial a mi padre (lo cual no era tarea fácil) y declarar a modo de máxima que bajo ese árbol ella cebaría mate y todos tomaríamos sombra.
Y así fue.
Como si fuera una historia de vida.
El árbol creció a su cuidado, se hizo fuerte, vivió un buen tiempo, se hizo muy alto y hace poco paso a mejor vida.
Bajo ese árbol jugábamos con mi hermana y mi padre nos contaba historias de las mas fantásticas que he podido imaginar.
Ese árbol guarda los recuerdos mas inocentes de un alma infantil donde las aventuras y las hazañas estaban siempre presentes.
Yo allí tuve la oportunidad de imaginar, duendes y brujas de los cuentos mas locos. Mis historias fantásticas, eran allí, solo mías.
Los nudos del árbol eran para mi, puertitas a otros mundos en donde podía escapar de la realidad con mis cortitos 6 años. (También acepto que en esa época estaba de moda la película "Laberinto" de David Bowei) y era una gran inspiración para todos los niños.
Paso el tiempo y pasaron cosas, papa murió, el terreno se vendió, el progreso llego y el árbol paso a un segundo lugar.
Aunque el aroma a cuentos sigue presente.
Como siempre les dejo un tango
¿Que tango hay que cantar para poder seguir creyendo en el amor una vez mas?
Primera foto año 1995 aprox.
Segunda foto año 1997 aprox.
Tercera foto año 2000
Cuarta foto año 2016 aprox
Quinta Foto año 2021
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