Hace unos años estuve en la Biblioteca Nacional de Panamá, obviamente en ese mismo viaje me escapae a la la playa.
Nuestra Argentina es hermosa y Buenos Aires aun mas, pero viajar afuera es para mi muy importante, ya que salir del país siempre me abrió la mente y me mostro cosas nuevas. Con los viajes madure mucho profesional y emocionalmente.
Este año, algunos de ustedes saben que no deje de moverme y que el paseo lo hice igual, pero eso me costo el sacrificio y la renuncia de muchas cosas.
Siento que nuestro país es muy injusto con sus ciudadanos ya que además de cobrarte millonadas de impuestos por que adquirís un pasaje al exterior también imprime políticas inflacionarias donde el tarrito de mermelada aumenta todos los meses.
Aclaro, YO viaje, viajo y seguiré viajando aunque tenga que vender el gato...
Pero me da mucha tristeza ver como a estos cuatro atorrantes les conviene que los argentinos nos aletarguemos y no pensemos.
Por que no vaya a ser que empecemos a revelarnos. No vaya a ser que conozcamos otras realidades y empecemos a pensar distinto.
Eso no le convendría a nadie, en realidad no les convendría a ellos.
