viernes, 5 de febrero de 2021

Aguafuertes pandémicas. Taller de compostura de muñecas




Ya escribía Roberto Artl en una de sus aguafuertes porteñas, sobre el oficio de compostura de muñecas, haciendo hincapié en lo extraño que le parecía este particular oficio. 


Caminando por Callao buscando un relojero para arreglar un reloj antiguo que me regalaron hace tiempo (y recién hoy en medio de una pandemia me decido a reparar), pensaba lo mismo que Robertito sobre este particular oficio. 


Estamos en el 2020 y aunque mandamos cohetes a la luna todavía no controlamos el tiempo, justamente nuestro recurso más escaso. 

Comienzos del siglo 21 y todo el mundo vive, disfruta, se enamora y respira por medio del celular.


¿Por qué controlar el tiempo sería distinto? 


Llegué a una relojeria donde me informaron que el reloj era a cuerda y que aparentemente hay relojeros que se especializan en este tipo de aparatos. 


Me enviaron a otro pequeño local en el segundo piso de una galería por la calle libertad al 300, cuando llegue el lugar era una oficina muy pequeña y casi en la puerta se encontraba trabajando el relojero. 

El hombre tenía una pequeña lupa apretada al ojo. 

Cuando sonó fuerte mi “buen dia” el relojero puso rápidamente su mano con la palma abierta frente a su rostro y relajo los músculos de la cara dejando así caer la pequeña lupa. 


Hable tranquilamente sobre la dolencia de mi recuerdo y como un médico especialista lo reviso cuidadosamente. Me dijo que era posible arreglarlo y que valía la pena ya que el mecanismo interno estaba bien, solo sucio y oxidado por algunos sectores.


Me fui contenta, porque había logrado por una módica suma dejar a reparar mi reloj , pero me quede pensando, ¿Estas profesiones están en extinción? O es sensacion mia que el mundo ya no le da importancia al tiempo. 


Cuanto más pasan los años y se siente el carretel más cortito uno se da cuenta que el tiempo es solo una cuestión de sensaciones, hay que saber vivir, despues amar, despues partir y al fin andar sin pensamientos 



Nota: La foto que preside este post la saque de otro blog que cuenta una historia muy interesante sobre este reloj que pertenece a la Biblioteca del Congreso de Argentina 
Vayan a verla https://principedelmanicomio.wordpress.com/2018/09/03/el-problema-de-las-cuatro-i/

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