jueves, 9 de abril de 2020

Crónica de una cuarentena no anunciada

Hace ya varios días que estamos aquí en  Cuarentena.

Buenos Aires, un lugar que siempre esta en ebullición, la gente anda a las corridas,  toda nerviosa y de golpe bajo su actividad un noventa por ciento. Solo salgo a hacer alguna compra, nada mas 
No me pidan que haga la cuenta de cuantos días llevamos encerrados por que me hace daño hacerla, no quiero tomar conciencia. 
Mas allá de que todo el mundo te dice que saques lo mejor de este momento intentado ser productivo y estoy segura de que casi todos lo intentamos, es difícil.

Es dificilisimo estar tranquilo para trabajar, estudiar, leer o disfrutar cuando uno sabe que hay un peligro inminente afuera y que el mundo esta parado en una situación difícil que nadie sabe donde va a terminar. 
Pero sabiendo que nuestra realidad es una de las merjorcitas por que tenemos un maguito para comer y dentro de todo la familia esta bien, me puse a pensar en armar un recopilado de micro relatos que mis conocidos o amigos de redes me quieran compartir. 

En este momento que el tiempo parece durar un poco  mas me gustaría pedirles si tienen ganas de contarme en nomas de uno o dos párrafos o si quieren por medio de un audio de wapsap (yo luego lo transcribo a un escrito)  algo que hayan vivido estos días y tengan ganas de compartir por que les llamo la atención o los sensibilizo. No necesita estar bien escrito ni necesitan Borges para mandarme algo, solo me gustaría ver que les paso a ustedes con esto. 

Yo por ejemplo tengo un par de cositas 

Vivo en un departamento que tiene un balcón que da a un pulmón de edificio y por otro lado la ventana de la cocina que también da a un pulmón de edificio, osea que no tengo ventana a la calle estoy rodeada por mis vecinos. 
Vecinos con los cuales no me conozco, hace casi ocho años que vivo acá y nunca tuve mas que una conversación de ascensor con alguno de ellos.
Pero ayer cumpli años, y desde el tercer piso empece a escuchar como dos nenas pequeñitas me empezaron a cantar el cumpleaños, habían escuchado  una llamada telefónica que yo atendí en la cocina y desde la ventanita empezaron a tirarme besos. 
Obviamentemete yo que soy un iceberg me largue a llorar por que no lo podía creer. También desde abajo les tire besitos les di las gracias y seguí con mi llamada. 

Otra cosa que me paso fue el contraste de estar sentada leyendo en el balcón desde el otro lado del departamento y empece a escuchar como un matrimonio se peleaba a los gritos y como esa discusión iba tomando cada vez mas calor al punto que el hombre quedo gritando solo y la mujer llorando.
Todos estamos nerviosos, algunos mas que otros. 

Los leo...

1 comentario:

  1. Estando internado mi hermano la cuarentena nos atrapa en el hospital, vivimos dos semanas allí. Todos tenemos nuestras propias historias pero no somos capaces de ver la de los demás, la nuestra es sería, anemia hemolítica autoinmune algo muy complejo. Como acompañante estando ahí comienzas a observar a los demás, ves sus problemas descubres la humanidad. El paciente de la cama de al lado ingreso por una fractura de cadera, ya habían pasado dos meses desde que ingreso, cumplió años estando ahí y quizás gracias a la pandemia agilizarán los trámites para su cirugía, para que se pueda ir a su hogar y liberar la cama para los posibles infectados de covid-19. Así como él y como nosotros hay mucha gente que no puede estar en casa cumpliendo con la cuarentena, disfrutando de la cuarentena. Hace dos días lo llamé y ya lo operaron, ahora espera el alta.

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